Recapitulo, recuento y me recago de frío...

Me resisto al hecho de ser adulta.
Trabajo, estudio, me canso...pero no quiero asumirlo...
Será que ahora que me lo cuestiono la madurez me llegó de forma inevitable? porque antes jamás me lo pregunté....hoy, necesito mis tiempos para jugar, y cada día me queda menos....
Tengo la suerte de tener mucha energía y no perder ese infantilismo que me hizo apoderarme de la espontaneidad de la que soy dueña...
No tengo reparos en jugar como antes....me encanta! me hace feliz...
Es sólo que ya no tengo con quién jugar, y me pregunto....
Será que a medida que vamos cumpliendo años nos autocensuramos y alejamos de lo lúdico? será una ley? o es que de verdad se olvida cómo jugar?
A mi no se me olvidó nunca, y a pesar de que a ratos, con mis hermanos tuvimos una infancia medio ingrata, siempre quise hacer oídos sordos y aprovechar cada hora de las vacaciones del verano, de invierno, del día, de la vida...como hoy.

El otro día me quise comprar un ula-ula, sueño que he tenido de pequeña y por alguna extraña razón no he cumplido..."estoy segura de que si me compro el ula-ula voy a ser seca" ....y se rieron de mi, por lo mismo me cohibí...y no lo compré...y caí en la trampa de la gente grande...

Pero no todo es tan terrible...la verdad no tengo afán de quejarme...sólo analizo.

Hoy, día de invierno, al lado de una estufa, recordando, quiero salir a correr...pero no quiero ir sola.

Fome...frío...