12 de marzo.

Me sigo preguntando, por qué hay quienes prefieren evadir y hacerse los desentendidos frente a situaciones que hay que afrontar? Debo admitir que los últimos meses de mi vida se han vuelto una mierda, no porque así lo quiera, sino porque no me he concentrado en que sean mejores. Hablo exclusivamente de volver a toparme con gente que no está en la misma frecuencia de valores.
Vivimos en una cultura patriarcal, basada en la apropiación y el poder, y como tales, estamos acostumbrados a "ganarle" al otro a como de lugar, con actitudes tan pendejas como cambiar la conversación o simple y desinteresadamente quedarse en silencio.
Eso para mi es símbolo de cobardía y pa cobardes yo no sirvo.
A pesar de la invasión que tenemos, creo profundamente en una cultura con igualdad de condiciones para todos, en todo nivel de situaciones.
Si yo respeto al otro, y hablo mirando a la cara, y pese a toda la incomodidad que pudiera sentir, lo afronto, qué derecho siente el otro de ignorarme? de cambiar un tema que se debe conversar? si estamos compuestos de lo mismo, piel, tripas, sangre, corazón por la mierda, es lo mismo! somos iguales, no es más ni menos...
No se de dónde sacan algunos que puedes meterte en el culo los sentimientos del otro, maldita esta cultura individualista. Sigo manteniendo que somos todos hermanos y al hermano, yo lo amo...por siempre, lo respeto.
Ayer corté relaciones super importantes, no con actos ridículos de quitar el saludo, sino que con el dolor de mi corazón, entender que no puedo seguir ocupando mi energía en quienes sólo me la exprimen y no me retribuyen de ninguna forma mi dedicación.
No acostumbro a pedir nada, de hecho, prefiero no pedir, pero es bueno recibir ciertos códigos que te dicen que es comprendido y bien recibido tu cariño.
No me digan jamás que no es necesario, porque somos mamíferos, y necesitamos del afecto y roce del otro para sentirnos vivos, somos humanos, además del roce, tener certeza de que somos importantes y somos queridos.
Hoy, y desde hace mucho, tengo una pena en mi corazón que espero que sane pronto, me pregunto, por qué siempre fui tan sensible, por qué me afectaron tanto las actitudes de los demás, por qué sigo luchando contra la desigualdad, por qué soy capaz de ponerme en el lugar del otro y compartir el dolor?, por qué prefiero desprenderme de mis cosas sin darle una mayor importancia?
por qué no le tomo el gusto a la fanfarronería y la materialidad?
Y doy gracias, porque tengo seguridad que soy consecuente con lo que predico, y que a pesar de que no me ha ido tan bien y me han aplastado, sigo con mis convicciones y mirando a la gente a la cara, con mis manos limpias, con mi corazón herido, pero tranquilo, disfrutando de las cosas mas sencillas, y valorando con más fuerzas a la gente que siempre está ahí, a algunos que no veo hace años, pero se que están.